La travesía fue con un destino del cual no quería acordarme, por un desierto que posee una magia que pocos podemos apreciar, mas aun de noche. Deseaba no saber de ningún destino, que el viaje fuese eterno, “Hey, ahora nos no marcarán con una cicatriz como ése" los audífonos tarareaban esta nota, mi mirada se quedaba inconscientemente solo en la ventana, observando un cielo estrellado con un brillo que emocionaba, siento una inconstante presencia que estaba pendiente de mis actos, en un principio no quise poner atención a esta presencia, pero cada ves mas se hizo fuerte, reconozco que en ningún momento me puso nervioso, al contrario me gustaba, ser el centro de atracción de alguien que solo este pendiente de tus actos y que sienta que nos encontramos nosotros no mas y la gente de nuestro alrededor desaparece. “Down in a hole, feelin so small, Down in a hole, losin my soul” no me atreví a mirarla, a pesar que en un principio se acerco a mi lado, pero como siempre mi nervioindiferencia, me ganaba. Trate de no poner interés a esto y de solo concertarme en los sonidos que mis audífonos me otorgaban, “were not gonna take; We’re got the right to cose; And there ain’t no way we’ll lose”, la música es mi placer máximo es mi droga, muchas veces me pregunto que seria sin música, no seria nadie, tengo miedo de quedar sordo, entraría en un cuadro depresivo, y el suicidio seria el camino que seguiría, como propuso Ernesto Sabato con su personaje Juan Pablo Castel En el túnel, considerando que las vías del suicidio son tentadoras y algunas veces placenteras.
Lamentablemente este viaje tenía un destino, del cual intente escapar, pero no pude, el viaje termino, recogimos nuestras cosas, y sin mas preámbulos, plajeando una frase de una película, le dije: “siempre me enamoro de las mujeres, que me ponen atención”.
"The distance is in your eyes; Oh no I’ve said too much".